EL PENSAMIENTO crítico y la filosofía para niños
El programa de Filosofía para niños es un ejemplo del método de cuestionamiento en la educación. En lugar de que los estudiantes memoricen las conclusiones de otros, incluidas en los libros de texto, ellos mismos tienen que explorar y reflexionar sobre un determinado tema. Ser crítico es ser un buscador activo y un cuestionador persistente; se tiene que estar alerta a conceptos antes desapercibidos, y listo a comparar y contrastar, a analizar y plantear hipótesis, a experimentar y observar, a medir y probar.
Los estudiantes críticos, asumen en parte, la responsabilidad de su propia educación. Aprenden a seguir las líneas de investigación que inician, y a pensar por sí mismos.
Anteriormente muchos maestros trataron de enseñar a sus alumnos cómo pensar por sí mismos; sin embargo, los métodos utilizados no conducían a la realización de este propósito. Por ejemplo, castigaban la conversación en clase y no permitían la resolución de problemas en grupo. Pensaban que estas prácticas prevenían la formación de pensadores independientes. Si la educación consistiera sólo en la memorización de ciertos textos, entonces la prohibición de hablar en clase sí sería un modo de reducir el hacer trampas a la hora de los exámenes.
El programa de filosofía para niños contiene:
* Una metodología automática de autocorrección. Cada estudiante está consiente de la importancia de pensar concienzudamente, es decir, el alumno se adhiere a las reglas, y a los procedimientos de la indagación, y se le estimula para que observe la actuación de los demás estudiantes y le llame la atención cuando cometan alguna transgresión contra estas reglas.
* Distinción familiar entre << enseñar a pensar>> y <<enseñar sobre el pensar>> .
Este programa enfatiza enseñar a pensar, entendiendo que se puede estar pensando sobre cualquier cosa, incluyendo el proceso mismo de pensar. Sin embargo, el enseñar sobre el pensar no asegura el mejoramiento de las habilidades cognoscitivas. Uno no se vuelve un pensador hábil sólo porque piensa sobre la función del cerebro, en lugar de la función de los músculos
La filosofía para niños es auto-correctivo porque contiene una comunidad de cuestionamiento, hace énfasis en el pensamiento, que es sensible al contexto y que busca de una manera activa promover y reforzar tal sensibilidad.
* Nutre el tipo de pensamiento que conduce a hacer juicios soportados en criterios. El pensar que conduce a hacer juicios es un pensar práctico, y por lo tanto, un pensador práctico es el que se acostumbre a reflexionar sobre la práctica.
* Los ejercicios en el programa de Filosofía para Niños están diseñados para reforzar la habilidad de los estudiantes, a juzgar prácticamente, porque esta habilidad es señal de un buen sentido común, es decir, de una razón y sentido de proporción que se supone tiene una persona educada.
En el programa, se hace énfasis al hacer juicios que se basan en criterios. Siempre que se introduce un concepto filosófico, se acostumbra proveer ejercicios en los cuales el concepto se pone en operación, es decir, se introduce en la práctica; la forma más común de la práctica llega a la discusión en clase. Si se introduce un término ético como “juego limpio” por ejemplo, entonces se presentará una serie de situaciones al grupo; los estudiantes discutirán bajo cuáles circunstancias estas situaciones serían un ejemplo de “juego limpio”, o no. Gracias a la práctica de tener que apoyar juicios con criterios, los alumnos llegan a pensar de una manera más escrupulosa y responsable, porque su pensamiento es auto-correctivo, sensible al contenido y basado en criterios.
Criterio:
Lo que impide que el pensar críticamente no se vuelva fanáticamente riguroso, es su sensibilidad a unos contextos muy variados, y su calidad auto-correctiva. El pensamiento que no es sensible a su contexto es confuso y torpe; el pensamiento que no es auto-correctivo se puede volver fácilmente no crítico e irracional. (pensamiento ligero)
El programa de Filosofía para niños es realmente muy importante para poder generar un pensamiento critico. Enfatizando todos los ejercicios y características que tal programa nos presenta podremos realizar criterios relevantes y y confiables que nos beneficiarían como buenos estudiantes y así poder crear nuestros propios juicios y realizar cualquier actividad.
Los estudiantes críticos, asumen en parte, la responsabilidad de su propia educación. Aprenden a seguir las líneas de investigación que inician, y a pensar por sí mismos.
Anteriormente muchos maestros trataron de enseñar a sus alumnos cómo pensar por sí mismos; sin embargo, los métodos utilizados no conducían a la realización de este propósito. Por ejemplo, castigaban la conversación en clase y no permitían la resolución de problemas en grupo. Pensaban que estas prácticas prevenían la formación de pensadores independientes. Si la educación consistiera sólo en la memorización de ciertos textos, entonces la prohibición de hablar en clase sí sería un modo de reducir el hacer trampas a la hora de los exámenes.
El programa de filosofía para niños contiene:
* Una metodología automática de autocorrección. Cada estudiante está consiente de la importancia de pensar concienzudamente, es decir, el alumno se adhiere a las reglas, y a los procedimientos de la indagación, y se le estimula para que observe la actuación de los demás estudiantes y le llame la atención cuando cometan alguna transgresión contra estas reglas.
* Distinción familiar entre << enseñar a pensar>> y <<enseñar sobre el pensar>> .
Este programa enfatiza enseñar a pensar, entendiendo que se puede estar pensando sobre cualquier cosa, incluyendo el proceso mismo de pensar. Sin embargo, el enseñar sobre el pensar no asegura el mejoramiento de las habilidades cognoscitivas. Uno no se vuelve un pensador hábil sólo porque piensa sobre la función del cerebro, en lugar de la función de los músculos
La filosofía para niños es auto-correctivo porque contiene una comunidad de cuestionamiento, hace énfasis en el pensamiento, que es sensible al contexto y que busca de una manera activa promover y reforzar tal sensibilidad.
* Nutre el tipo de pensamiento que conduce a hacer juicios soportados en criterios. El pensar que conduce a hacer juicios es un pensar práctico, y por lo tanto, un pensador práctico es el que se acostumbre a reflexionar sobre la práctica.
* Los ejercicios en el programa de Filosofía para Niños están diseñados para reforzar la habilidad de los estudiantes, a juzgar prácticamente, porque esta habilidad es señal de un buen sentido común, es decir, de una razón y sentido de proporción que se supone tiene una persona educada.
En el programa, se hace énfasis al hacer juicios que se basan en criterios. Siempre que se introduce un concepto filosófico, se acostumbra proveer ejercicios en los cuales el concepto se pone en operación, es decir, se introduce en la práctica; la forma más común de la práctica llega a la discusión en clase. Si se introduce un término ético como “juego limpio” por ejemplo, entonces se presentará una serie de situaciones al grupo; los estudiantes discutirán bajo cuáles circunstancias estas situaciones serían un ejemplo de “juego limpio”, o no. Gracias a la práctica de tener que apoyar juicios con criterios, los alumnos llegan a pensar de una manera más escrupulosa y responsable, porque su pensamiento es auto-correctivo, sensible al contenido y basado en criterios.
Criterio:
Lo que impide que el pensar críticamente no se vuelva fanáticamente riguroso, es su sensibilidad a unos contextos muy variados, y su calidad auto-correctiva. El pensamiento que no es sensible a su contexto es confuso y torpe; el pensamiento que no es auto-correctivo se puede volver fácilmente no crítico e irracional. (pensamiento ligero)
El programa de Filosofía para niños es realmente muy importante para poder generar un pensamiento critico. Enfatizando todos los ejercicios y características que tal programa nos presenta podremos realizar criterios relevantes y y confiables que nos beneficiarían como buenos estudiantes y así poder crear nuestros propios juicios y realizar cualquier actividad.